Allí donde reina el caos, si sabes observar, hallarás diminutos duendecillos burlones. Son escurridizos como lagartijas, amantes de la anarquía y el descontrol, de los desastres en cadena, apenas medio palmo capaz de inimaginables catástrofes. Afortunadamente también existen brujas del orden encargadas de restaurar el equilibrio. Y eso intentaban, sin éxito, las dos del…