
Llegué y te quité el sitio,
y la primera vez que me acerqué a ti
fue para meterte el dedo en la nariz.
En esta amistad descompensada,
tú prefieres que te rasque la barriga,
yo lanzarme sobre ti.
Porque a veces eres una montaña que tengo que escalar.
Porque si yo soy un caballero, tú debes ser mi fiel corcel.
En esta amistad desigual,
mi ímpetu aguantas,
mi galleta a escondidas te doy.
Porque soy el único que puede llenar tu cuenco.
Porque a donde tú vayas, yo voy.
Foto inspiración: https://www.facebook.com/lalunaestaunpocomediana
Muy bonito el poema, Patri y muy bonita la imagen. Un besote!!
Muchas gracias Virginia. 🙂
Besos