Hace ya unos cuantos días, la revista MíraLES me publicó un nuevo artículo: «Sugerencias para un maratón de cine lésbico». A mí me encantan los maratones, ya sean de películas o de series, y una de las mejores épocas para hacerlo es la navidad. Época por excelencia en la que repiten y repiten ciertos títulos, como por ejemplo: «Ben-Hur» o «Los fantasmas atacan al jefe». Yo siempre he sido de esas personas «rarunas» que en nochevieja, cuando todo el mundo salía de fiesta, prefería quedarme en casa, sola, tirada en el sofá con una mantita, los turrones bien a mano y el reproductor de DVD (o VHS) listo para poner una tras otra las películas que había alquilado en el videoclub. A no ser, claro, que cierta amiga rubia me engañara para tomarme una (cocacola, mal pensados), yo saliera vestida de cualquier forma y acabara comiendo chocolate con churros a las siete de la mañana… pero esa es otra historia.

Como la navidad está a la vuelta de la esquina y después del artículo que escribí para MiraLES, se me ha ocurrido hacer una serie de entradas sobre maratones cinéfilos ordenados por décadas. Y, aunque yo nací en el 78, empezaré por los ochenta, la década de mi infancia y la de mis hermanos. Precisamente mi hermano y yo nos hemos dedicado a recuperar esas películas que nos marcaron en la infancia, muchas de ellas descatalogadas, pero que gracias a otras personas que decidieron digitalizarlas desde sus viejos VHS y compartirlas en internet, no se perdieron del todo y nosotros conseguimos encontrarlas.

Así que, siguiendo un poco el esquema que usé en el artículo anteriormente mencionado, aquí va mi particular maratón de cine ochentero:

SESIÓN DE TARDE

«Aventuras en la gran ciudad» (Dir.: Chris Columbus – 1987)

Este es un buen ejemplo de película a la que el paso del tiempo no ha perjudicado. Otras, en cambio, es mejor dejarlas en el recuerdo. Es una de mis preferidas de esta época por varias razones: porque es de las pocas en las que la protagonista es ella y su principal meta no es el amor del chico guapo, sino rescatar a su torpe mejor amiga que se ha perdido en Nueva York mientras escapa de la mafia y hace de niñera como puede, porque esa protagonista es Elisabeth Shue (ains lo que me gustaba a mí esta mujer), y porque de aquí nadie se va sin cantar un blues.

«Armas de mujer» (Dir.: Mike Nichols – 1988)

Pensaréis que hoy tengo el día feminista pero es más bien sentimental. Cuando pienso en esta película la imagen que viene a mi cabeza es: mi madre, mi hermana y yo, una tarde cualquiera viendo por enésima vez esta película. Era una de las favoritas de mi madre, al igual que Melanie Griffith era una de sus actrices preferidas. En su banda sonora hay una canción mítica: «Let the river run» de Carly Simon. Y tiene una escena que a mi madre siempre le hacía reír. El personaje que interpretaba Joan Cusack le decía al de Harrison Ford: «¿Quiere una cocacola…?, ¿a una servidora?».

SESIÓN DE NOCHE

«Blade Runner» (Dir.: Ridley Scott – 1982)

La ciencia ficción es uno de mis géneros favoritos, a veces se encuentra tan mezclado con otros géneros que es difícil distinguirlo, aunque a mí me basta un poco para que pierda mi tiempo (y mi dinero) viendo cualquier cosa que se acerque un poco. Entre mi colección se encuentran títulos como «Metrópolis», «Hijos de los hombres», «Código fuente» o «Minority Report». Y, no sería una amante de la ciencia ficción como es debido si no tuviera mi copia de «Blade Runner» en edición especial y estuche metálico, y su cartelera a tamaño 100cmx80cm. Hace poco viendo un documental me enteré de que el diálogo más famoso de esta película de culto fue obra de Rutger Hauer quien, entre otras cosas, es poeta.

«La zona muerta» (Dir.: David Cronenberg – 1983)

Si la ciencia ficción es una de mis debilidades este tipo de películas es otra. Mi señora esposa las denomina, no sin cierta sorna, «una de esas con gente con poderes». Y lo reconozco, me gustan las películas o las series con personajes con dones especiales, ya sean «Héroes» o «Médium», me da igual. Veía «Entre fantasmas» a pesar de que sabía que era «una castaña de serie», lo mismo que «Embrujadas», pero había fantasmas y magia… ejem. «La zona muerta» está basada en una novela del mismo título de Stephen King y cuenta la historia de Johnny Smith (Christopher Walken) que tras sufrir un accidente permanece en coma casi cinco años. Al despertar toda la que fue su vida ha desaparecido, su novia está casada y cada vez que toca a una persona tiene una visión sobre ella. Una de sus primeras visiones la sufre con la enfermera que le trata en el hospital y es, sin duda, mi escena favorita.

SESIÓN GOLFA

«Crittters» (Dir.: Stephen Herek – 1986)

Siempre he considerado la madrugada el momento perfecto para el terror o para películas absurdas con encanto. Y el terror con ciertas dosis de comedia aúna las dos cosas. La verdad, he dudado entre esta y «Pesadilla en Elm Street», pero teniendo en cuenta que la segunda es mucho más conocida y de sobra valorada, me he decidido por la primera. Digamos que los Critters son los primos malvados de los «Gremlins», mucho más despiadados que estos y menos irreverentes. Esta película intentó aprovechar el éxito de la película de Joe Dante y no sé con cuántas secuelas cuenta, yo me quedé en la segunda parte. Si he de ser sincera no tengo ni idea de cómo la habrá tratado el paso del tiempo, estas navidades me parecen un buen momento para comprobarlo. 😛

Y hasta aquí puedo leer… Si tenéis alguna sugerencia, ya sabéis. 😉

 

Próximas entregas:

«Maratón de cine de los noventa»

«Maratón de cine del nuevo milenio»