Las heroínas también molan.

Korra 01

 

Estas dos últimas semanas me he dado un atracón seriefilo, como hace tiempo no hacía, de cincuenta y un capítulos repartidos en cuatro temporadas. No está mal si tenemos en cuenta que solo podía verlos cuando el peque de la casa estaba dormido. La culpa la tiene «La leyenda de Korra», una serie animada creada por Michael DiMartino y Bryan Konietzko emitida por Nickelodeon. Serie que es una continuación de «Avatar: La leyenda de Ang» y que esta vez cuenta la historia de Korra, la nueva Avatar. Si no conocéis nada de el universo Avatar, os contaré que en él hay personas capaces de controlar los elementos: agua, fuego, tierra y aire (sí, señora esposa, otra de esas con gente con poderes). El Avatar es el único que controla los cuatro elementos y su misión es mantener el equilibrio en el mundo.

Podría hablaros de lo que me ha gustado su diseño, su banda sonora, su animación (sobre todo en las peleas), lo emocionante que me ha resultado. Podría contaros que es una serie animada bastante revolucionaria con mucha crítica sociopolítica, que habla de guerras civiles, de monarquías tiranas, de totalitarismo, de cómo ideas que en principio son buenas se vuelven perversas cuando se llevan demasiado lejos. Incluso podría sumarme al debate que ha generado su escena final. Pero quiero hablar de sus personajes femeninos. No recuerdo una serie de estas características que tuviera tantos y tan diferentes. Lo normal es que haya dos o tres relevantes frente a tropecientos masculinos y que estén ahí, o para parecer políticamente correctos (lo mismo que con los personajes de otras razas), o para ser el objeto de deseo del protagonista. En «La leyenda de Korra» no solo tenemos a la Avatar, la gran heroína, sino que hay madres, hijas, jefas de policía, maestras de la tierra y del metal, mujeres inteligentes dueñas de una gran empresa (¡grande Asami!)… y, también, villanas. Todas ellas con sus matices buenos y malos, que hacen grandes cosas pero también cometen errores y que luchan al lado de ellos por los mismos objetivos, mejores o peores, desde el respeto y la admiración mutuas.

No es una serie perfecta, ¿cuál lo es?, pero tiene una evolución de personajes, sobre todo el de Korra, la Avatar, que ya quisieran muchas. Me ha gustado tanto que he empezado a leer artículos y comentarios sobre ella. Me llamó especialmente la atención algo que escribió uno de sus creadores y es que, al parecer, «La leyenda de Korra» tuvo que enfrentarse al escepticismo de algunos directivos de la cadena porque, según ellos (y mucha más gente), las chicas sí ven series con héroes masculinos pero los chicos no las verían si la heroína fuera una chica. Y sí que iban a tener razón, sí. La serie no solo fue seguida por niños y niñas, chicos y chicas, hombres y mujeres; sino que, a pesar de que sus dos últimas temporadas fueron emitidas online, a diferencia de las dos primeras que lo fueron en antena, fue la más comentada, blogueda y reblogueada en tumblr. Y no veáis la cantidad de fanart que podéis encontrar sin mucho esfuerzo por la red. Vamos, que esos directivos dieron en el clavo de lleno.

legend-korra

Sí, resulta curiosa la cantidad de héroes y superhéroes que existen en comparación con las heroínas y, sin embargo, habiendo tan pocas protagonistas, llamémoslas fuertes, todo el mundo las recuerda. Por ejemplo, cuando hicieron la cuarta entrega de Indiana Jones, de todos los personajes femeninos de las anteriores entregas, el elegido fue el interpretado por Karen Allen en «Indiana Jones en busca del arca perdida». La que más mala leche tenía, la más autosuficiente y, sorpresa, la que más les gusta a los fans de la saga. La teniente Ripley es un icono, la misma que se enfrenta a un Alien y acaba con él en… ¿cuántas secuelas? A mi hermano le apasionan las películas de «Conan, el bárbaro» y la saga de «El señor de los anillos», ¿y sabéis qué personajes le gustan de ellas?: La guerrera Valeria en «Conan, el bárbaro» y Èowyn en «En el señor de los anillos». Una de sus escenas favoritas es cuando Èowyn se enfrenta a un Nazgul que le dice que ningún hombre puede matarle, ella se quita el casco, le dice que no es un hombre y acaba con él. ¿Y qué me decís del éxito de «Los juegos del hambre»?

En los últimos años, cada vez aparecen más personajes femeninos de relevancia, más heroínas que no son mera comparsa del héroe, sino que comparten la misma misión, la misma meta, y que la consiguen juntos de igual a igual. Ahora me vienen a la mente «Al filo del mañana» e «Interstellar», casualmente las dos de ciencia ficción, un género que desde hace tiempo sabe que las buenas heroínas enriquecen las historias. Pero también pienso en «Brave», la primera protagonista femenina de la factoría Pixar, o en «Frozen, el reino de hielo», película animada de Disney, ni más ni menos, con dos hermanas independientes y luchadoras, y con un final que sí que rompe con todos esos esquemas tan manidos en anteriores producciones de Disney.

No somos el sexo débil, de hecho no hay sexo débil ni sexo fuerte, hay personas fuertes y otras que no lo son. Y esa fortaleza no se mide por los kilos que seas capaz de levantar, lo rápido que corras o lo alto que saltes. Se mide por cómo afrontas tus miedos, por el día a día de tu vida, por cómo eres capaz de tirar del carro cuando las cosas se ponen feas. Hay muchas mujeres (y hombres) que lo demuestran a diario y que no serán recordadas por la historia aunque, la verdad, eso nos ha pasado más a nosotras que a vosotros. Yo he tenido la gran suerte de compartir treinta y tantos años de mi vida con una de esas heroínas anónimas para el resto del mundo: mi madre.

Sí, las heroínas molan. Las de verdad y las de ficción. Yo quiero más Dana Scully, más Olivia Dunham, más Sarah Connor, más Diane Lockhart, más Irene Menéndez, más Korra y, ¡qué narices!, más Carmina (y amén). Porque somos fuertes, mucho más de lo que creemos, mucho más de lo que nos reconocen y nos reconocemos. Y, si queremos que nos valoren, deberíamos empezar por hacerlo nosotras mismas, ¿no os parece?

 

7 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Jota A. dice:

    Sucede lo mismo en la industria de los videojuegos. Los grandes estudios y publishers (distribuidores, para entendernos) no quieren ni oir hablar de juegos protagonizados por mujeres. Dicen que no venden, que el público masculino, gran porción del pastel, no juega con personajes femeninos. Mentira ideológica que se desmiente con facilidad: Tomb Raider. Una de las mayores licencias de videojuegos de las dos últimas decadas, a cargo de Lara Croft. Pero se la suda.

    Hay incluso estudios como Dontnod que han sufrido fuertes críticas y ninguneos de la industria por insistir en continuar empleando mujeres como protagonistas de sus videojuegos (Remember me, Life is Strange).

    En cuanto a Korra, habrá que echarle un ojo. De Avatar vi un puñado de la saga de Ang y lo dejé porque me aburría. También es cierto que en su día competía por mi tiempo contra Full Metal Alchemist y esa era una batalla perdida de antemano.

    Un saludo,

    J.A.

    1. Totalmente de acuerdo. Lo de los videojuegos viene a ser lo mismo, tiene la misma raíz. Y lo mismo le pasa a la literatura, por muchos ejemplos que contradigan esa teoría. Y es que yo creo que al final lo que importa es cómo sea el protagonista para que te enganche, no su sexo o su raza, y ni mencionar su orientación sexual…

      Si ves Korra, te advierto que al inicio tiene algún que otro tópico, típico de series orientadas a un público preadolescente (o adolescente), sé paciente, creo que no te arrepentirás. 😉
      Me apunto Full Metal Alchemist.
      Gracias por comentar. 🙂

      1. lnaxiii dice:

        ¡Por cierto! Veré Korra 🙂

    2. lnaxiii dice:

      No estoy de acuerdo en lo que a videojuegos se refiere, así de repente se me ocurren Mirror’s Edge, Beyond, The Last of Us y Life is Strange, todos ellos premiados mundialmente, vendidas millones de copias en todo el mundo y protagonizados por mujeres jóvenes y fuertes (muy lejos de tópicos) todos ellos. Las cosas, por suerte, están cambiando.

      1. Será que a mí todavía me parecen pocas… Y que hace tiempo que no me gasto el dinero en videojuegos, jajaja.
        Ya me contarás qué te parece «La leyenda de Korra».
        Gracias por comentar. 🙂

  2. He comenzado hace poco a ver esta serie y me di cuenta que debía ver primero la leyenda de Ang (tengo un poco de neurosis completista). Es sin duda un ejemplo de seriedad en una serie «infantil», que los niños no son tontos. Y ver con tal fuerza a un personaje femenino tan bien desarrollado y que ha tenido tanta repercusión, es una de esas cosas que rompe barreras. Yo pienso que nuestra generación (veintimuchos treintaipocos) tiene muchos menos prejuicios que en el pasado (alguno queda, me gustaría pensar que casi irrelevante), pero con estas nuevas visiones tan realistas sé que las próximas generaciones se reirán de nosotros como retrógrados.

    Muchos saludos. Nos leemos.

    1. Ojalá se rían de nosotros y mucho, eso será muy buena señal.
      Gracias por comentar. Por supuesto que nos leemos. 😉

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