Siempre he pensado que los lazos emocionales son más fuertes que los de sangre, que la biología solo te da cierta herencia genética y que, al final, las experiencias pesan más que los genes. Tu familia está donde esté tu corazón, tu familia es como tú quieras que sea, quien tú quieras que sea.
La publicidad es un medio de comunicación mucho más importante de lo que parece. Puede perpetuar estereotipos que, a mí pesar, siguen siendo más reales de lo que creemos, o pueden, en cambio, mostrar la diversidad que, a pesar de algunos, existe y cada vez más en la sociedad.
Yo crecí en lo que muchos denominan «familia tradicional», una familia numerosa prototipo: mamá, papá y sus tres hijos. Mi hijo lo hará en una homoparental. Nadie podrá demostrar que una es mejor que la otra, que mi infancia fue mejor de lo que será la de mi hijo por el simple hecho de que tiene dos madres. Así que cuando una marca como «Cocacola» hace un anuncio como el que sigue, yo me pongo muy contenta.
Lo bueno es que cada vez hay más marcas con una publicidad inclusiva. Y, lo que es mucho mejor, lo hacen desde la normalidad, sin necesidad de mandar un mensaje reivindicativo. Como el siguiente de la compañía «Wells Fargo» que se ha convertido desde ya en uno de mis favoritos.
Sí, hay personas a las que esto les horroriza y bien que lo hacen saber. Pero son muchas más las respetuosas que las intolerantes. Si no me crees puede que este vídeo de la empresa «Honey Maid» te convenza. Esta empresa recibió un montón de mensajes de gente enfadada porque en su anterior campaña aparecía una familia homoparental. No se les ocurrió otra cosa que coger esos mensajes y pedirles a dos artistas que hiciesen algo más positivo con ellos. Después hicieron lo mismo con todos los mensajes de apoyo que recibieron por su campaña. Aquí el resultado:
Es genial que la publicidad muestre cuán variada puede ser una familia, más o menos numerosa, con hijos biológicos o adoptados, homoparental, monoparental, con mamá y papá, con un par de perros o un montón de gatos… Porque las familias de verdad tienen lo mismo en común: están felices de ser como son aunque a veces se tiren los trastos a la cabeza. Ya sabéis, nadie es perfecto.
Por cierto, feliz día de la madre. 😉
De Princesas y Meigas 
Si la visivilidad esta bien aunque lo que no me gusta es lo que estan haciendo con nosotras. Nos ponen el foco para luego denigrarnos como en el ministerio del tiempo o los 100 que hay portagonistas lesbianas y al final son las traidoras, El mesaje es claro no te fies de las lesbianas.
Para eso mejor seguir en la sombras.
Si la gente se quedara con la imagen que las series muestran de nosotras, lo único que podrían pensar es que somos unas cenizas, porque no hacemos más que morirnos de mil maneras distintas.
Respecto a las series que mencionas, no estoy para nada de acuerdo, en «Los 100» todos y cada uno de los personajes hacen cosas moralmente cuestionables para salvar a los suyos, todos sin excepción, hasta la protagonista que por otra parte es Bisexual. Y en «Los ministerios del tiempo», yo creo que Irene no traiciona a nadie, solo quiere ayudar a sus compañeros como no pudo hacer con su mentor cansada de la hipocresía que en cierta manera envuelve al ministerio. Yo que tú esperaría a ver qué pasa en las siguientes temporadas. (No se ha notado nada que estas dos series me encantan, ¿verdad?)
Bueno, después de semejante parrafada… Gracias por tu comentario, Marga. 😉