De series que fueron películas

Lo sé, aún no han pasado quince días, pero es primer jueves de mes así que toca actualizar. Cosas de los meses con cinco jueves que me descuadran la agenda. Tomároslos como un extra por lo bien que os portáis, como ese kinder sorpresa que los padres nos daban a los de mi generación un festivo sí y dos no. Que cien pesetas multiplicadas por tres niños eran muchas pesetas y nosotros clase media.

Mamá, ¿me montas esto?
Mamá, ¿me montas esto?

Como ya sabréis a éstas alturas y si no os lo repito: soy una seriefila empedernida. Entre mi pequeña colección audiovisual hay series completas tan dispares como «Friends», «Buffy, cazavampiros», «Médium», «Guante blanco» o «Chica busca chica». De algunas soy capaz de recitar diálogos de memoria o contarte anécdotas y curiosidades varias. Qué se le va a hacer, soy una apasionada y mi cerebro tiene memoria selectiva. Porque es muy importante recordar en qué otra serie salía ese actor que solo aparecerá en un capítulo, pero sacar del congelador la comida para mañana, eso ya y tal.

Cuando una serie tiene éxito no nos resulta extraño que para aprovechar más aún la gallina de los huevos de oro, sus productores decidan realizar un largometraje para sacar beneficios también en la pantalla grande. Es algo que se lleva haciendo años, tenemos como gran ejemplo “Stark Trek” que tiene en su haber más de dos y más de tres (y cinco y seis y diez…) incursiones cinematográficas. Las últimas muy recientes. No importa el género, desde series animadas como “Los Simpson”  a comedias como “Sexo en Nueva York” han tenido su largometraje. Tampoco su nacionalidad, en España tenemos ejemplos como los de “Águila roja” o “Compañeros”. Importa, eso sí, que sean mediáticas y con seguidores fieles.

Serie versus película
Serie versus película

En los últimos años las series están viviendo una época dorada. Muchos creen que hace tiempo que han superado al séptimo arte en calidad, no solo por su factura técnica, sino por las temáticas, géneros e historias que desarrollan. Mientras el cine parece haberse estancado, asumiendo pocos riesgos en sus propuestas, las cadenas de televisión han apostado por todo lo contrario. La producción de series ha crecido exponencialmente, en parte favorecida por las plataformas de vídeo bajo demanda, esa nueva forma de ver la televisión al servicio de un público que elige qué, cómo y cuándo disfrutar de los contenidos audiovisuales. Como consecuencia producir series es más que rentable y aunque algunas de ellas siguen usando fórmulas de sobra conocidas, muchas otras prefieren ir más allá, ya sea rompiendo esquemas o creando universos propios. Lo principal es destacarse del resto, ofrecer algo diferente.

Las series, ahora más que nunca, están de moda. Son un filón, una mina de diamantes. ¿Y qué les pasa a los filones y a las minas de piedras preciosas? Pues que todo el mundo quiere explotarlas, llevarse una parte del botín. Que la adaptación al cine de esa saga literaria no nos ha salido todo lo rentable que queríamos, pues esas dos partes que aún nos quedaban por realizar las cancelamos y lo volvemos a hacer todo desde el principio pero esta vez en formato serie de televisión. Ves que bien, ya no tienes que leerte los libros de “Cazadores de sombras” para saber cómo sigue la historia, solo tendrás que suscribirte a cierta plataforma online. Y no es la única, porque, al parecer, también le pasará lo mismo a la saga “Divergente”. Que no te engañen diciendo que es simplemente otra adaptación de las novelas originales.

Película versus serie
Película versus serie

Si ponemos en la ecuación algo tan rentable como la nostalgia, nos encontraremos las nuevas versiones de “Teen Wolf” o “Arma letal”. Si lo nuestro son las películas de cierto culto, quizá nos interesen las series sobre “12 monos”, “Scream” o “Abierto hasta el amanecer”. Unas solo se parecerán a su referente en el título, otras serán fieles a la original y , con suerte, a medida que avancen los capítulos conseguirán encontrar un camino propio con la consistencia suficiente para no ser cancelada en su primera temporada (sí, me refiero a ti, “Minority Report”). A priori no todas parecen intentar aprovechar otra plataforma para conseguir beneficios, las hay que, además, buscan ofrecer otra visión de algunos clásicos cinematográficos (basados o no en obras literarias) usando un formato que permite desarrollar las tramas (y subtramas) a otro ritmo, profundizando con más calma en ellas y en sus personajes. Usando esa herramienta tan manida en el cine como es la “precuela”, podremos llegar a conocer los orígenes de Norman Bates en “Bates motel», o de Hannibal Lecter en “Hannibal”.  Como veis hay propuestas para todos los gustos.

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Sí, ese es Luke Perry

Crear una serie a partir de una película no es algo que se le haya ocurrido a algún lumbrera antes de ayer. Haciendo memoria se me ocurren varias: “Alien nación”, “Starman” o “Buffy, cazavampiros”. Esta última, por fortuna, no se pareció en nada a su original cinematográfico, convirtiéndose por méritos propios en una serie de culto. Lo que sí es nuevo es que cada vez haya más adaptaciones a la pequeña pantalla de obras que triunfaron (o no) en la grande. Se cambia así la tendencia que había hace algunos años de realizar largometrajes sobre las series del momento. Ahora un actor que triunfa en la televisión, ya no es un actor de segunda, es más, muchas estrellas del cine ya están protagonizando sus propias series. Dadle las gracias a los productores cinematográficos que no se atrevieron, ni se atreven, a invertir su dinero en propuestas diferentes porque las consideran demasiado arriesgadas. Todos esos grandes creadores rechazados encontraron un refugio en la televisión y ahora las series le ganan el pulso a su hermano mayor: el cine. Solo falta cruzar los dedos para que sea el cine quien copie a las series, habría menos remakes, reinicios de sagas o adaptaciones de adaptaciones, y que no suceda al revés y nos encontremos cada vez más versiones televisivas de los éxitos de los ochenta o noventa o cualquier década pasada. Ya sabemos que el dinero es muy goloso y si se consigue de la manera más fácil y rápida, mejor que mejor. Yo por lo pronto creo que le voy a echar un vistazo a la serie “12 monos”, me puede la curiosidad. ¿Ciencia ficción?, no me lo puedo creer, tú eligiendo ciencia ficción. ¿Te encuentras bien? No te dolerá la cabeza o algo, si quieres te traigo una aspirina. Que te calles.

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Jota A. dice:

    Te falta una categoría: la de series canceladas que se intentaron cerrar en el cine. No sé, como Firefly. 😛

    De 12 monos vi la primera temporada. Tiene momentos pero… Y no me puedo creer que me la haya olvidado en el artículo que acabo de escribir. //Jota A se golpea la cabeza contra algo bien duro.//

    1. Oh, Firefly, lo que me gustó a mí esa serie (ahora me consuelo disfrutando de Dark matter). No sé cómo no se me ocurrió incluir esa categoría (Patricia se da en la frente con la mano). Lo bueno es que me has dado una idea buenísima para un futuro post. 😉
      Gracias por comentar, un abrazo.

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