De propósitos de año nuevo

Fotografía: Ester Valverde
Fotografía: Ester Valverde

—Hola, buenos días, le atiende Amalia.

—Buenos días, verá, le llamo porque se han equivocado con mi pedido.

—Dígame su nombre y su DNI, por favor.

—Ana Prieto López; cinco, cinco; dos, nueve, cinco; dos, nueve, cinco; letra te de Toledo.

—Un segundo, por favor.

—Aquí dice que hizo su pedido a finales de diciembre. Un paquete estándar de propósitos para año nuevo, ¿es correcto?

—No, encargué uno personalizado tipo B.

—¿Está segura? Aquí figura el cobro por uno estándar.

—Segurísima, tengo el resguardo de mi compra aquí mismo: propósitos personalizados tipo B.

—Dejar de fumar, empezar la dieta, aprender algo nuevo, unirme a una ONG… Son buenos propósitos. ¿Seguro que no son los que pidió?

—Yo no fumo.

—Mire qué bien, así ya puede tachar uno de la lista.

—Ya soy socia de dos ONG y no necesito empezar ninguna dieta.

—¿Está segura? Nunca está de más…

—¿Me está llamando gorda?

—No, por supuesto que no. Tramitaré la devolución del importe, déme un momento…

—Ya está, señora López, recibirá el reembolso en su cuenta mañana por la mañana y en dos o tres días irá un mensajero a recoger el paquete erróneo.

—Muy bien, ¿pero qué pasa con el pedido que sí quería recibir?

—Si lo desea puedo gestionárselo ahora mismo.

—¿Cuánto tardaría en llegar?

—Entre cinco y siete días con el envío básico. Pero si desea que llegue mañana a primera hora puede pagar el…

—Déjelo, déjelo, no pienso pagar más por un error suyo.

—Lo entiendo…

—Es más, no hace falta que me gestione nada.

—¿Ya no quiere sus propósitos personalizados tipo B?

—No, puedo vivir sin ellos. Y ahora que lo pienso, creo que hasta mejor.

—De acuerdo, siento muchísimo el error. Para compensarla por las molestias permítame obsequiarla con un propósito universal de vida. ¿Tener un hijo le va bien?

—Quita, quita, de eso ya voy sobrada. Preferiría, no sé, escribir un libro.

—Vaya, cuanto lo siento, están agotados. ¿Plantar un árbol?

—Qué remedio, pero que sea cualquier árbol menos un pino. Imagínese decir por ahí que me voy a plantar un pino.

—¿Un árbol frutal?

—Perfecto.

—Muy bien, lo recibirá dentro de unos siete días laborables. De nuevo, disculpe las molestias ocasionadas. Espero que este pequeño error no impida que vuelva a confiar en nuestra compañía. Que tenga un buen día y feliz año nuevo.

—Gracias, igualmente.

—¿Y dónde demonios planto yo ahora un árbol?

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. davidrubios dice:

    Brillante es poco. Espectacular relato sobre los buenos propósitos que nos marcamos cada año y que se diluyen con la misma facilidad que en tu texto. Feliz año!

    1. Muchas gracias, David. Me sacas los colores. Feliz año a ti también y que consigas alguno de tus propósitos. 😉

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s