De vidas virtuales: Aloy, la heroína bondadosa.

Aloy es una paria de nacimiento, lo que significa que nadie de su tribu, los Nora, puede tener contacto con ella. Así que es criada por otro paria, Rost, que lo es por destierro. Siendo niña, explorando las ruinas de los antiguos encuentra un artefacto, un foco, con él puede ver cosas que los demás no pueden. Aloy quiere saber por qué la despreciaron y las únicas que tienen la respuesta son las matriarcas de su tribu, pero para obtenerla solo existe un camino para una paria: pasar “la prueba” y convertirse en valiente Nora.

Este es el comienzo del viaje de esta heroína, su deseo de saber de dónde viene, pero lo que desconoce es que el motivo de su existencia está ligado al destino que sufrió la tierra muchos siglos atrás, cuando la civilización de los antiguos aún existía. Y esos antiguos, somos nosotros. El mundo de Aloy es un mundo postapocalíptico donde la humanidad convive con la naturaleza y está dividida en tribus. Donde hay animales de carne y hueso y otros de metal. Nadie conoce el origen de estos últimos ni por qué de repente se están volviendo más agresivos. Todo está ligado, el pasado y el futuro, descifrar el primero significa salvar al segundo, para Aloy y para el resto de la humanidad.

El veinticinco de mayo se celebra el día del orgullo friki y yo he hecho… pues una frikada, vaya. Sí, ya sé, me he adelantado como tropecientos días. Échale la culpa al confinamiento que distorsiona la realidad temporal y convierte a todos los días en el mismo. Échasela porque que a mí me dieran ganas de hacer lo que estás a punto de ver, seguro que se debe a una enajenación mental por encerramiento.

He cogido a esta heroína de buen corazón, amable y considerada a pesar del desprecio sufrido por los suyos durante toda su vida, protagonista del maravilloso videojuego “Horizon Zero Dawn”, y la he juntado con la música que mi buen amigo Kike Nieto compuso para distraerse, como mero entretenimiento (anda que si se lo llega a tomar en serio…). Aloy es lo que consideraríamos una heroína de las de antes, sin grises, de las que actúan con una sincera voluntad de hacer lo correcto, que no juzga pero tampoco tiene pelos en la lengua. Una heroína sin miedo ni rencor cuya aventura me dejó emocionada y calentito el corazón. Su mundo es precioso, ojalá hubiera existido en mi infancia, allá por los ochenta. Si hubiese sido una serie de aquella época quizás su cabecera hubiera sido así. 😉 ¡Dentro video!

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