Ya es jueves, ¿no? Y yo había dicho algo de actualizar el blog cada quince días, creo recordar. Que no, que no se me había olvidado. No, no lo he dejado para el último momento y he escrito esto a toda prisa y de cualquier manera para salir del paso y no quedar mal conmigo misma. De verdad, lo prometo, no he decidido sobre la marcha qué iba a escribir. En realidad llevo varios días dándole forma… en mi mente. Y es que conseguir encontrar tiempo para ponerme frente al ordenador y no dormirme sobre el teclado en el intento, para mí es una tarea ardua, que digo ardua, titánica. Uy, creo que uno de los mellizos se ha despertado… Falsa alarma, menos mal, por si acaso no hagáis ruido.
Sí, ya es jueves, el tercero del mes. Turno para la literatura. Y como va a ser la primera entrada que dedique a esta categoría después del “reinicio”, nada mejor que hacerlo con uno de mis géneros favoritos: la ciencia ficción. Nada mejor que escogiendo dos relatos de un gran colega virtual, al que le debo ni más ni menos que mi primer relato publicado en una revista literaria. Revista que desgraciadamente a principios de año cerró sus rotativas digitales. Hola, J.A., espero que no te importe.
Una de las cosas que más me gustan de la ciencia ficción es su capacidad infinita para crear nuevos mundos, para explorar diferentes posibilidades, para mirar más allá y mostrarte realidades que pueden parecer remotas pero que al final son más actuales que cualquier noticia del informativo. Ahonda en nuestra sociedad, en el ser humano, y los disecciona y analiza hasta el más mínimo detalle. Y después usa todo eso para darnos una bofetada, para sacudir nuestra conciencia. Es como un espejo en el que se refleja toda nuestra esencia, la buena y la mala. Es una pregunta que pocos se atreven a contestar. ¿Merece la humanidad ser salvada? ¿Una humanidad que en el año 2067 está al borde de una tercera guerra mundial por culpa de intereses políticos y comerciales? ¿Una humanidad capaz de sacar partido económico a un cambio climático que ha arrasado con países enteros, modificando la estructura geopolítica por completo? Antía Soler, Secretaria General de las Naciones Unidas, tendrá que enfrentarse a esa pregunta cuando un robot que afirma pertenecer a una misión para colonizar Marte, fracasada dos décadas atrás, llegue a la tierra y haga temblar los débiles cimientos que sustentan una tensa calma entre los grandes bloques socioeconómicos del planeta. Antía intentará averiguar qué se esconde tras las intenciones del habitante de Marte, ayudada por una hacker muy particular, mientras lidia con los representantes políticos que solo ven una oportunidad para sacar provecho económico de la recién descubierta colonia marciana.
«Tellus» de J.A. Menéndez, recibió el 2º premio del XXV certamen literario Alberto Magno y está disponible para descarga en lektu y amazon.
El tiempo es otro tema recurrente en la ciencia ficción. ¿Es posible viajar al pasado? ¿Y al futuro? Y si así fuera, ¿podría cambiarse? ¿Qué pasaría si alterásemos el más pequeño de los acontecimientos? Puede que el tiempo solo sea algo que nuestro cerebro ha creado para poder guardar cada momento de nuestras vidas, como si fuese un archivador donde ordenar nuestras vivencias. ¿Y si pudiésemos acceder a ese archivo cuando quisiéramos para revivir cualquier instante como si fuese la primera vez? Hay quien dice que algo así nos sucede al morir y que toda nuestra vida pasa ante nuestros ojos de principio a fin. Que es un último intento desesperado de nuestro cerebro por aferrarse a esa vida que se escapa. Pero, al final, solo es capaz de rebobinarla y reproducirla una vez más. ¿Solo una vez?
«Como un rayo en la tormenta» ganó el primer premio del XXVII certamen literario Alberto Magno, y si fuera un cuento de hadas se titularía “La cocinera y la bailarina”. Pero no lo es, no al menos como en los clásicos, su lectura no es fácil, se necesitan todos los sentidos, los detalles son importantes. Es como un puzzle y cada vez que lo lees encuentras nuevas piezas. Yo aún no he desentrañado todos sus misterios (y no me importaría que cierto escritor me estropease el desafío 😛 ). Si tú aceptas el reto puedes descargar el relato en lektu o amazon.
Y ya está, misión cumplida. Me voy a dormir, en unas horas tengo que llevar a mi hijo mayor al colegio y después a los mellizos a mis clases de hipopresivos. Y como hoy no es un jueves para divagar, esta historia te la cuento otro día… o no. Buenas noches.
P.D.: Se me ha olvidado comentar que este blog tiene el honor de haber inspirado la dedicatoria del relato ”Como un rayo en la tormenta”. 🙂
Ahora sí que me voy a dormir.
Interesantes reseñas. La ciencia ficción, creo, es uno de los géneros que todavía tienen capacidad de crecer, en el que todavía quedan lugares no comunes por explotar. Saludos!!!
Hola, David. Yo también lo creo, es un género en constante evolución, al igual que la ciencia, una de sus principales fuentes de inspiración. Gracias por comentar, un saludo.
Calla, calla, que me voy a poner colorado y todo.
Gracias por unas reseñas tan bonitas. 🙂
Gracias a ti por enviarme tus relatos y así poder disfrutarlos más de una vez. 😉