De perseverar

Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión. Durar permanentemente o por largo tiempo. Eso significa perseverar. Ir hasta el final, hasta la prosecución, acción y efecto de proseguir, de seguir, de continuar, de llevar adelante lo que se ha comenzado.

En enero de 2014 empezó a gestarse algo que en este febrero de 2020 doy por concluido. Al principio fue un relato que debía escribir para un taller literario. Desde aquí mi agradecimiento a las tres personas a las que les tocó comentarlo, anoté todas vuestras recomendaciones. Ese primer relato fue el germen para otro y otro y otro. Todos pasaron por el examen exhaustivo del boli rojo de mi querida amiga Sus, mi “Maese Meiga”. Gracias a ese boli he aprendido un montón. Para que todos esos relatos fueran algo mayor, necesitaron un hilo conductor que los uniera y convirtiera en un libro. Los relatos se transformaron en capítulos y tras ellos aparecieron unos cuantos más. El primer borrador completo llegó en enero de 2017, más o menos. Cuatro años después de aquel relato que fue el comienzo de todo.

Cinco borradores en total, cinco revisiones, correcciones y reescrituras. O cinco y tres cuartos más bien. Y entre uno y otro, meses de reposo. Y tres lectoras beta que me ayudaron a mejorarlo, a ver las carencias y las fortalezas. Gracias, cari. Gracias, editora cuqui. Gracias, Maese.

Para poder perseverar en cualquier empeño se necesita no olvidar el motivo, mantenerlo bien presente; o bien visible en una pizarra blanca colgada en la pared. Pero también personas que te tiendan la mano cuando crees que ya no puedes más y que de un tirón te vuelvan a poner en pie. Amigas que te presten su tiempo para darte un empujoncito entusiasta; o una colleja a tiempo. Señoras esposas que se lleven a los niños para dejarte en silencio frente a la pantalla y al teclado, que respeten tu espacio y apoyen tus ilusiones. Perseverar es más fácil si no estás sola, aunque sola debas recorrer el camino hasta el final. Para proseguir también debes tener claro cuál es tu propósito, cuál es el porqué. Mejor si este no depende de factores externos incontrolables, si se sustenta en lo que tú hagas o dejes de hacer.

De 2014 a 2020. Seis años son un porrón de años, me dirás, para poco más de cincuenta y seis mil palabras. Bueno, cada uno elige su camino y lo recorre como quiere o como buenamente puede. Con las herramientas que tiene y las que va recogiendo a medida que avanza, que aprende. Pero si aún no se ha publicado, también argumentarás. Qué quieres que te diga, yo soy libre de poner la meta en el lugar que me plazca. Y la he colocado aquí, lo que venga después, si llega, será como un viaje vacacional, como una tarde en el parque de atracciones. Hoy me despido de mis brujas y mis princesas, de reinas y plebeyas, de príncipes y no tan príncipes y hasta gigantes. Es hora de dejaros partir. Buen viaje, mandadme alguna postal contando cómo os va.

4 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Maribel dice:

    Hasta siempre princesa.

    1. Si te sirve de consuelo, yo seguiré por aquí. 😘

  2. A. M. Irun dice:

    ¡¡¡Enhorabuena, Patricia!!! Seguro que, con tu sensibilidad e imaginación, es una historia super chula. ¿Autopublicarás o lo intentarás por editorial?

    1. Ay, lo que me ha dicho. Un mes voy a estar con el ego subido, la que has armado. Jajaja.
      Probaré suerte con las editoriales primero. Si a doña suerte no la encuentro, autopublicaré. Después de seis años tampoco voy a tener prisa ahora. 😉
      Mil gracias por tus palabras.

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